El testimonio latinoamericano fue canonizado por los testimonial studies principalmente a través de la interpretación de Biografía de un cimarrón y de Me llamo Rigoberta Menchú, textos que no sólo se transformaron en paradigmas del género sino que igualmente en expresión de un planteamiento marxista, razón por la cual aquellos testimonios que no se enmarcaban en el ámbito de las reflexiones surgidas en torno a este corpus eran ignorados, y de esta manera se constituía una visión monolítica y tendenciosa del género.

Ricardo Valderrama y Carmen Escalante publican los testimonios Gregorio Condori Mamani y Nosotros los humanos como el resultado de una prolongada convivencia con los testigos y respaldados por una sólida formación antropológica, lo que les permitió conocer y comprender aspectos de la vida cotidiana de éstos como asimismo calar profundo en la cultura quechua. En este sentido, es posible apreciar en esta praxis testimonial la instauración de un nuevo tipo de vínculos entre gestores y testigos en el contexto de la realización de testimonios latinoamericanos.

El presente estudio, además de tomar una posición frente a los debates sobre el género testimonial en América Latina y de analizar las particularidades de Gregorio Condori Mamani y Nosotros los humanos desde una perspectiva culturalista, ofrece una detallada entrevista a los editores de estos textos.